El Teatro Rapsódico, teatro clandestino durante la ocupación nazi a Polonia, fue muy productivo: 22 representaciones y más de 100 ensayos. No era un pasatiempo que habría acabado por condenarles al aburrimiento. Los jóvenes actores se consideraban involucrados en un movimiento de resistencia. Su propósito era salvar la cultura polaca de la ocupación, y contribuir a restaurar el alma de la nación, lo cual se erigía en condición previa a su resurrección política. (Weigel, George; 1999, Biografía de Juan Pablo II. Testigo de la esperanza, P. 101).
Señor, danos fuerzas a los que nos desempeñamos en el mundo de la cultura, para que logremos conservar y fortalecer los valores cristianos y democráticos en estos tiempos de violencia y autoritarismo. Ayúdanos a crear espacios de libertad y virtudes, los cuales nos permita reconstruir el país.
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