viernes, 31 de julio de 2009

La soledad es pobreza, somos seres "relacionales". Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (XVII)

Mi selección (lo que considero más importante):
53. Una de las pobrezas más hondas que el hombre puede experimentar es la soledad. Ciertamente, también las otras pobrezas, incluidas las materiales, nacen del aislamiento, del no ser amados o de la dificultad de amar. Con frecuencia, son provocadas por el rechazo del amor de Dios, por una tragedia original de cerrazón del hombre en sí mismo, pensando ser autosuficiente, o bien un mero hecho insignificante y pasajero, un «extranjero» en un universo que se ha formado por casualidad. El hombre está alienado cuando vive solo o se aleja de la realidad, cuando renuncia a pensar y creer en un Fundamento[125]. Toda la humanidad está alienada cuando se entrega a proyectos exclusivamente humanos, a ideologías y utopías falsas[126]. Hoy la humanidad aparece mucho más interactiva que antes: esa mayor vecindad debe transformarse en verdadera comunión. El desarrollo de los pueblos depende sobre todo de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdadera comunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro[127].
(...) A este respecto, la razón encuentra inspiración y orientación en la revelación cristiana, según la cual la comunidad de los hombres no absorbe en sí a la persona anulando su autonomía, como ocurre en las diversas formas del totalitarismo, sino que la valoriza más aún porque la relación entre persona y comunidad es la de un todo hacia otro todo[130]. De la misma manera que la comunidad familiar no anula en su seno a las personas que la componen, y la Iglesia misma valora plenamente la «criatura nueva» (Ga 6,15; 2 Co 5,17), que por el bautismo se inserta en su Cuerpo vivo, así también la unidad de la familia humana no anula de por sí a las personas, los pueblos o las culturas, sino que los hace más transparentes los unos con los otros, más unidos en su legítima diversidad.
55. La revelación cristiana sobre la unidad del género humano presupone una interpretación metafísica del humanum, en la que la relacionalidad es elemento esencial. También otras culturas y otras religiones enseñan la fraternidad y la paz y, por tanto, son de gran importancia para el desarrollo humano integral. Sin embargo, no faltan actitudes religiosas y culturales en las que no se asume plenamente el principio del amor y de la verdad, terminando así por frenar el verdadero desarrollo humano e incluso por impedirlo.
56. La religión cristiana y las otras religiones pueden contribuir al desarrollo solamente si Dios tiene un lugar en la esfera pública, con específica referencia a la dimensión cultural, social, económica y, en particular, política. La doctrina social de la Iglesia ha nacido para reivindicar esa «carta de ciudadanía»[135] de la religión cristiana. La negación del derecho a profesar públicamente la propia religión y a trabajar para que las verdades de la fe inspiren también la vida pública, tiene consecuencias negativas sobre el verdadero desarrollo. La exclusión de la religión del ámbito público, así como, el fundamentalismo religioso por otro lado, impiden el encuentro entre las personas y su colaboración para el progreso de la humanidad.
Mi comentario:

53. Estamos de acuerdo en reconocer a la soledad como una de las principales formas de pobreza, es hora del reducirla a los elementos materiales, que son importantes pero no exclusivos.
55. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre respeto de la autonomía personal y su naturaleza relacional y comunitaria? ¿Cómo respetar las libertades individuales y afianzar el àmbito comunitario?.
56. Ok.

jueves, 30 de julio de 2009

Es un deber moral cuidar el amiente. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (XVI)


Mi selección (lo que considero más importante):
50. (...) Pero debemos considerar un deber muy grave el dejar la tierra a las nuevas generaciones en un estado en el que puedan habitarla dignamente y seguir cultivándola. Eso comporta «el compromiso de decidir juntos después de haber ponderado responsablemente la vía a seguir, con el objetivo de fortalecer esa alianza entre ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos»
[120].
51. El modo en que el hombre trata el ambiente influye en la manera en que se trata a sí mismo, y viceversa. Esto exige que la sociedad actual revise seriamente su estilo de vida que, en muchas partes del mundo, tiende al hedonismo y al consumismo, despreocupándose de los daños que de ello se derivan[122]. Es necesario un cambio efectivo de mentalidad que nos lleve a adoptar nuevos estilos de vida, «a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un crecimiento común sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones»[123].
52. La verdad, y el amor que ella desvela, no se pueden producir, sólo se pueden acoger. Su última fuente no es, ni puede ser, el hombre, sino Dios, o sea Aquel que es Verdad y Amor. Este principio es muy importante para la sociedad y para el desarrollo, en cuanto que ni la Verdad ni el Amor pueden ser sólo productos humanos; la vocación misma al desarrollo de las personas y de los pueblos no se fundamenta en una simple deliberación humana, sino que está inscrita en un plano que nos precede y que para todos nosotros es un deber que ha de ser acogido libremente. Lo que nos precede y constituye —el Amor y la Verdad subsistentes— nos indica qué es el bien y en qué consiste nuestra felicidad. Nos señala así el camino hacia el verdadero desarrollo.
Mi comentario:
De aucerdo, nada que comentar.

miércoles, 29 de julio de 2009

¿Cómo expresa Dios su poder?


Dios omnipotente y misericordioso. Una oración romana, ligada al resto del Libro de la Sabiduría, dice: "Dios, muestra tu omnipotencia en el perdón y en la misericordia". La cumbre de la potencia de Dios es la misericordia, es el perdón. En nuestro actual concepto mundial de poder, pensamos en uno que tiene grandes propiedades, que en economía tiene algo que decir, dispone de capitales para influir en el mundo del mercado. Pensamos en uno que tiene el poder militar, que puede amenazar. La pregunta de Stalin: "¿Cuántos ejércitos tiene el Papa?" sigue caracterizando la idea común del poder. Tiene el poder quien puede ser peligroso, quien puede amenazar, quien puede destruir, quien tiene en su mano tantos instrumentos del mundo. Pero la Revelación nos dice: "No es así"; el verdadero poder es el poder de gracia, y de misericordia. En la misericordia, Dios demuestra el verdadero poder.

(Benedicto XVI, Homilía en la catedral de Aosta, 24-VII-2009)

Lograr beneficio en la humanización. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (XV)

Mi selección (lo que considero más importante):

47. La potenciación de los diversos tipos de empresas y, en particular, de los que son capaces de concebir el beneficio como un instrumento para conseguir objetivos de humanización del mercado y de la sociedad, hay que llevarla a cabo incluso en países excluidos o marginados de los circuitos de la economía global, donde es muy importante proceder con proyectos de subsidiaridad convenientemente diseñados y gestionados, que tiendan a promover los derechos, pero previendo siempre que se asuman también las correspondientes responsabilidades. (...) «Constructores de su propio desarrollo, los pueblos son los primeros responsables de él. Pero no lo realizarán en el aislamiento»[114].

48. El tema del desarrollo está también muy unido hoy a los deberes que nacen de la relación del hombre con el ambiente natural. Éste es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad.

49. Hoy, las cuestiones relacionadas con el cuidado y salvaguardia del ambiente han de tener debidamente en cuenta los problemas energéticos. En efecto, el acaparamiento por parte de algunos estados, grupos de poder y empresas de recursos energéticos no renovables, es un grave obstáculo para el desarrollo de los países pobres.

Mi comentario:

De aucerdo, nada que comentar.

martes, 28 de julio de 2009

Nuevas formas de comprender la empresa. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (XIV)

Mi selección (lo que considero más importante):
43. «La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un deber».
[105] En la actualidad, muchos pretenden pensar que no deben nada a nadie, si no es a sí mismos. Piensan que sólo son titulares de derechos y con frecuencia les cuesta madurar en su responsabilidad respecto al desarrollo integral propio y ajeno. Por ello, es importante urgir una nueva reflexión sobre los deberes que los derechos presuponen, y sin los cuales éstos se convierten en algo arbitrario[106]. (...) La exacerbación de los derechos conduce al olvido de los deberes. (...) si los derechos del hombre se fundamentan sólo en las deliberaciones de una asamblea de ciudadanos, pueden ser cambiados en cualquier momento y, consiguientemente, se relaja en la conciencia común el deber de respetarlos y tratar de conseguirlos. (...) Compartir los deberes recíprocos moviliza mucho más que la mera reivindicación de derechos.
44. (...) No es correcto considerar el aumento de población como la primera causa del subdesarrollo, incluso desde el punto de vista económico: baste pensar, por un lado, en la notable disminución de la mortalidad infantil y al aumento de la edad media que se produce en los países económicamente desarrollados y, por otra, en los signos de crisis que se perciben en la sociedades en las que se constata una preocupante disminución de la natalidad. Obviamente, se ha de seguir prestando la debida atención a una procreación responsable que, por lo demás, es una contribución efectiva al desarrollo humano integral.
45. Responder a las exigencias morales más profundas de la persona tiene también importantes efectos beneficiosos en el plano económico. En efecto, la economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona.
Mi comentario:

43. Los derechos humanos son naturales... No creación de un consenso.
44. Ok
45. La moral cristiana centrada en la persona genera beneficios económicos ¿cuándo aprenderemos esto?.

lunes, 27 de julio de 2009

Nuevas formas de comprender la empresa. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (XIII)


Mi selección (lo que considero más importante):
40. (...) El mercado internacional de los capitales, en efecto, ofrece hoy una gran libertad de acción. Sin embargo, también es verdad que se está extendiendo la conciencia de la necesidad de una «responsabilidad social» más amplia de la empresa. (...) Juan Pablo II advertía que invertir tiene siempre un significado moral, además de económico[96].
41. A este respecto, es útil observar que la iniciativa empresarial tiene, y debe asumir cada vez más, un significado polivalente. El predominio persistente del binomio mercado-Estado nos ha acostumbrado a pensar exclusivamente en el empresario privado de tipo capitalista por un lado y en el directivo estatal por otro. En realidad, la iniciativa empresarial se ha de entender de modo articulado. Así lo revelan diversas motivaciones metaeconómicas. El ser empresario, antes de tener un significado profesional, tiene un significado humano[98]. Es propio de todo trabajo visto como «actus personae»[99] y por eso es bueno que todo trabajador tenga la posibilidad de dar la propia aportación a su labor, de modo que él mismo «sea consciente de que está trabajando en algo propio»[100]. Por eso, Pablo VI enseñaba que «todo trabajador es un creador»[101].
42. La verdad de la globalización como proceso y su criterio ético fundamental vienen dados por la unidad de la familia humana y su crecimiento en el bien. Por tanto, hay que esforzarse incesantemente para favorecer una orientación cultural personalista y comunitaria, abierta a la trascendencia, del proceso de integración planetaria.

Mi comentario:
40-42: ¿Será posible una nueva forma de empresa?. Algo queda claro en estos puntos: la globalización es irreversible, y se ve como una gran oportunidad para lograr muchas metas establecidad por la Doctrina Social de la Iglesia.

domingo, 26 de julio de 2009

El ámbito de la solidaridad debe estar más allá del Estado. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (XII)


Mi selección (lo que considero más importante):
37. La doctrina social de la Iglesia ha sostenido siempre que la justicia afecta a todas las fases de la actividad económica, porque en todo momento tiene que ver con el hombre y con sus derechos. (...) las normas de justicia deben ser respetadas desde el principio y durante el proceso económico, y no sólo después o colateralmente. Para eso es necesario que en el mercado se dé cabida a actividades económicas de sujetos que optan libremente por ejercer su gestión movidos por principios distintos al del mero beneficio, sin renunciar por ello a producir valor económico. Muchos planteamientos económicos provenientes de iniciativas religiosas y laicas demuestran que esto es realmente posible.
38. En la Centesimus annus, mi predecesor Juan Pablo II señaló esta problemática al advertir la necesidad de un sistema basado en tres instancias: el mercado, el Estado y la sociedad civil[92]. Consideró que la sociedad civil era el ámbito más apropiado para una economía de la gratuidad y de la fraternidad, sin negarla en los otros dos ámbitos.
(...) Junto a la empresa privada, orientada al beneficio, y los diferentes tipos de empresa pública, deben poderse establecer y desenvolver aquellas organizaciones productivas que persiguen fines mutualistas y sociales.
39. Pablo VI pedía en la Populorum progressio que se llegase a un modelo de economía de mercado capaz de incluir, al menos tendencialmente, a todos los pueblos, y no solamente a los particularmente dotados. Pedía un compromiso para promover un mundo más humano para todos, un mundo «en donde todos tengan que dar y recibir, sin que el progreso de los unos sea un obstáculo para el desarrollo de los otros»[94].
(...) Cuando la lógica del mercado y la lógica del Estado se ponen de acuerdo para mantener el monopolio de sus respectivos ámbitos de influencia, se debilita a la larga la solidaridad en las relaciones entre los ciudadanos, la participación y el sentido de pertenencia, que no se identifican con el «dar para tener», propio de la lógica de la compraventa, ni con el «dar por deber», propio de la lógica de las intervenciones públicas, que el Estado impone por ley.
Mi comentario:
37. Estamso de acuerdo.
38. Esta frase: "deben poderse establecer y desenvolver aquellas organizaciones productivas que persiguen fines mutualistas y sociales." No entiendo qué lo impide.
39. El ámbito de la solidaridad debe estar más allá del Estado, debe ser el ámbito libre de las personas.

sábado, 25 de julio de 2009

Carta Pastoral en el aniversario del primer Cursillo de Cristiandad

CARACAS, jueves, 23 julio 2009 (ZENIT.org).-Los obispos de Venezuela, con ocasión de los 50 años del primer Cursillo de Cristiandad en el país, que se cumplirán el próximo 20 de agosto, se han dirigido, con un mensaje pastoral, de fecha 10 de julio, a los miembros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad y a toda la Iglesia.En abril de 1959 llegó a Venezuela el padre Cesáreo Gil, perteneciente a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Dado que había trabajado en España en los Cursillos de Cristiandad, propuso a los obispos venezolanos iniciar la experiencia en el país.

Con la esperanza de que hicieran tanto bien como en otras partes, los obispos dieron su anuencia. El 20 de agosto, en el Colegio La Salle de La Colina, se inició el primer Cursillo de Cristiandad en Venezuela.La expresión de uno de los Hermanos de La Salle que fue testigo de aquel primer Cursillo, al constatar la intensa vivencia de fe que tenían los asistentes a él, fue una verdadera premonición: "Aquí está empezando algo muy grande".
Durante las exequias del padre Cesáreo Gil, el cardenal Rosalio Castillo Lara, expresó que desde la llegada de los Cursillos de Cristiandad, "el rostro del laicado en Venezuela fue un rostro absolutamente nuevo". "Con esto estaba afirmando -señala la carta pastoral- que los Cursillos habían servido para hacer de los laicos venezolanos, hombres y mujeres más activos en la construcción del Reino de Dios en nuestra sociedad, convirtiéndose, así, en apóstoles de Jesucristo en la realidad cotidiana". La carta asegura que "quienes asisten a un Cursillo de Cristiandad han tenido una profunda experiencia de fe, de conversión y de apostolado. Mediante el método que los caracteriza, mantienen al laico en tensión de espiritualidad, de formación cristiana y de apostolado". "Es imposible hacer un balance de la lluvia de Gracia que ha sido derramada sobre esa ingente cantidad de personas", afirma la carta. Por otro lado, "en el empeño por ser mejor instrumento en las manos del Señor, los Cursillos de Cristiandad han estado en un lugar preponderante en orden a su propia actualización... Han procurado facilitar la formación de los laicos, a través de su Editorial Trípode, primera y única de un movimiento apostólico en Venezuela". Por si fuera poco, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Venezuela ha colaborado con la fundación del Movimiento en otros países de América y ha ayudado a la formación de sus integrantes mediante Cursillos de Dirigentes y otras actividades.
El carisma de los Cursillos de Cristiandad se resume según la carta "en los aspectos principales descritos en los dos objetivos que persigue: el inmediato, es decir, la conversión de la persona; y el último, esto es, la fermentación evangélica de los ambientes, es definitivamente actual". Después de sesenta años de haber surgido en el mundo y de cincuenta en Venezuela, asegura la carta "tiene plena vigencia".
Por ello este aniversario "además de hacer surgir una sentida acción de gracias en todos los miembros de la Iglesia de nuestra nación, debe provocar indefectiblemente en los responsables principales y en todos los cursillistas en general, un profundo compromiso para que el Movimiento siga haciendo el bien que el Señor quiere a través de él en Venezuela".Sugiere que "el Movimiento de Cursillos de Cristiandad debe discernir, en el respeto reverencial al carisma original que merece toda inspiración suya, lo que ese mismo Espíritu quiere hoy de él". "Deben dejarse iluminar para poder discernir correctamente de qué modo pueden lograr lo que el Espíritu quiere de ellos en estos momentos de vida del país.
De esta manera, también los Cursillos serán siempre jóvenes. Esto está en línea de perfecta congruencia con lo que pedía el recordado Juan Pablo II al hablar de la nueva evangelización, que debía ser ‘nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión'", añade.Constata que "hoy nuestro país adolece de más hombres y mujeres que asuman con seriedad su fe. Por ello se necesita la valentía de aquellos que ya la viven responsablemente, en este caso concreto, de aquellos que ya han pasado por un Cursillo de Cristiandad".
De esta manera, añade, "Venezuela vivirá efectivamente la recristianización que tanto necesita y se recuperará la vivencia de los valores y principios humanos y cristianos que se han ido difuminando"."En nuestros días es más que insoslayable esta tarea de los laicos de nuestra Iglesia", afirma. El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, según los obispos venezolanos, "está llamado en las actuales circunstancias a realizar valientemente una apertura pastoral a las situaciones concretas que se viven en el país. Particularmente, invitamos a los miembros del Movimiento a afrontar la situación actual de la familia, fijando su atención en aquellos hogares que se encuentran en dificultades de variada índole".Recuerdan las palabras de XVI dirigidas a la Iglesia en Venezuela: "Hace falta un laicado maduro, que dé testimonio fiel de su fe y sienta el gozo de su pertenencia al Cuerpo de Cristo, al que debe ofrecerse, entre otras cosas, un adecuado conocimiento de la doctrina social de la Iglesia". Concluyen su carta reafirmando la necesidad de que "el Movimiento mantenga su perfil de exigencia en este momento de tanta necesidad del testimonio de los cristianos que vive nuestro país".Por Nieves San Martín

jueves, 23 de julio de 2009

Es un mito la idea de que "El mercado NECESITA GENERAR POBREZA". Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI

Mi selección (lo que considero más importante):
34. La caridad en la verdad pone al hombre ante la sorprendente experiencia del don. La gratuidad está en su vida de muchas maneras, aunque frecuentemente pasa desapercibida debido a una visión de la existencia que antepone a todo la productividad y la utilidad. El ser humano está hecho para el don, el cual manifiesta y desarrolla su dimensión trascendente. (...) Creerse autosuficiente y capaz de eliminar por sí mismo el mal de la historia ha inducido al hombre a confundir la felicidad y la salvación con formas inmanentes de bienestar material y de actuación social. Además, la exigencia de la economía de ser autónoma, de no estar sujeta a «injerencias» de carácter moral, ha llevado al hombre a abusar de los instrumentos económicos incluso de manera destructiva.
35. (...) En efecto, si el mercado se rige únicamente por el principio de la equivalencia del valor de los bienes que se intercambian, no llega a producir la cohesión social que necesita para su buen funcionamiento. Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica. Hoy, precisamente esta confianza ha fallado, y esta pérdida de confianza es algo realmente grave. (...) No se debe considerar a los pobres como un «fardo»[91], sino como una riqueza incluso desde el punto de vista estrictamente económico. No obstante, se ha de considerar equivocada la visión de quienes piensan que la economía de mercado tiene necesidad estructural de una cuota de pobreza y de subdesarrollo para funcionar mejor. Al mercado le interesa promover la emancipación, pero no puede lograrlo por sí mismo, porque no puede producir lo que está fuera de su alcance. Ha de sacar fuerzas morales de otras instancias que sean capaces de generarlas.
36. (...) La doctrina social de la Iglesia sostiene que se pueden vivir relaciones auténticamente humanas, de amistad y de sociabilidad, de solidaridad y de reciprocidad, también dentro de la actividad económica y no solamente fuera o «después» de ella.
Mi comentario:

34. ¿Cómo vivir "el don" en el mercado? ¿Cómo vivir "el don" en la búsqueda del desarrollo económico en libertad?.
35. Se necesita moralizar (confianza, justicia social) el mercado, más no eliminarlo. Es un mito el hecho de la relación directa entre mercado y pobreza. ¿Acaso no faltó aclarar acá qué se entiende por "economía de mercado"?.

miércoles, 22 de julio de 2009

La superación a la pobreza. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (X)

Mi selección (lo que considero más importante):
30. (...) Sin el saber, el hacer es ciego, y el saber es estéril sin el amor. En efecto, «el que está animado de una verdadera caridad es ingenioso para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla, para vencerla con intrepidez»
[75]. Al afrontar los fenómenos que tenemos delante, la caridad en la verdad exige ante todo conocer y entender, conscientes y respetuosos de la competencia específica de cada ámbito del saber. La caridad no es una añadidura posterior, casi como un apéndice al trabajo ya concluido de las diferentes disciplinas, sino que dialoga con ellas desde el principio. Las exigencias del amor no contradicen las de la razón.

31. (...) Pablo VI vio con claridad que una de las causas del subdesarrollo es una falta de sabiduría, de reflexión, de pensamiento capaz de elaborar una síntesis orientadora[78], y que requiere «una clara visión de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales»[79]. La excesiva sectorización del saber[80], el cerrarse de las ciencias humanas a la metafísica[81], las dificultades del diálogo entre las ciencias y la teología, no sólo dañan el desarrollo del saber, sino también el desarrollo de los pueblos, pues, cuando eso ocurre, se obstaculiza la visión de todo el bien del hombre en las diferentes dimensiones que lo caracterizan.

32. (...) La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades [83] y que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos, o lo mantengan. Pensándolo bien, esto es también una exigencia de la «razón económica». El aumento sistémico de las desigualdades entre grupos sociales dentro de un mismo país y entre las poblaciones de los diferentes países, es decir, el aumento masivo de la pobreza relativa, no sólo tiende a erosionar la cohesión social y, de este modo, poner en peligro la democracia, sino que tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del «capital social», es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables en toda convivencia civil.

33. (...) La novedad principal ha sido el estallido de la interdependencia planetaria, ya comúnmente llamada globalización. Pablo VI lo había previsto parcialmente, pero es sorprendente el alcance y la impetuosidad de su auge. Surgido en los países económicamente desarrollados, este proceso ha implicado por su naturaleza a todas las economías. Ha sido el motor principal para que regiones enteras superaran el subdesarrollo y es, de por sí, una gran oportunidad. Sin embargo, sin la guía de la caridad en la verdad, este impulso planetario puede contribuir a crear riesgo de daños hasta ahora desconocidos y nuevas divisiones en la familia humana.

Mi comentario:

30. ¿Cómo llenar de valores la ciencia sin perjudicar su objetividad?.

32. La lucha contra la pobreza es la lucha por el mejor funcionamiento de la economía.

33. La globalización permite la superación del desarrollo.

martes, 21 de julio de 2009

La superación a la pobreza. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (IX)

Mi selección (lo que considero más importante):

27. (...) . Apoyando a los países económicamente pobres mediante planes de financiación inspirados en la solidaridad, con el fin de que ellos mismos puedan satisfacer las necesidades de bienes de consumo y desarrollo de los propios ciudadanos, no sólo se puede producir un verdadero crecimiento económico, sino que se puede contribuir también a sostener la capacidad productiva de los países ricos, que corre peligro de quedar comprometida por la crisis.
28. (...) La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social[67]. La acogida de la vida forja las energías morales y capacita para la ayuda recíproca. Fomentando la apertura a la vida, los pueblos ricos pueden comprender mejor las necesidades de los que son pobres, evitar el empleo de ingentes recursos económicos e intelectuales para satisfacer deseos egoístas entre los propios ciudadanos y promover, por el contrario, buenas actuaciones en la perspectiva de una producción moralmente sana y solidaria, en el respeto del derecho fundamental de cada pueblo y cada persona a la vida.
29. (...) La violencia frena el desarrollo auténtico e impide la evolución de los pueblos hacia un mayor bienestar socioeconómico y espiritual. Esto ocurre especialmente con el terrorismo de inspiración fundamentalista[69], que causa dolor, devastación y muerte, bloquea el diálogo entre las naciones y desvía grandes recursos de su empleo pacífico y civil. No obstante, se ha de añadir que, además del fanatismo religioso que impide el ejercicio del derecho a la libertad de religión en algunos ambientes, también la promoción programada de la indiferencia religiosa o del ateísmo práctico por parte de muchos países contrasta con las necesidades del desarrollo de los pueblos, sustrayéndoles bienes espirituales y humanos. (...) Éste es el daño que el «superdesarrollo»[72] produce al desarrollo auténtico, cuando va acompañado por el «subdesarrollo moral»[73].
Mi comentario:

27. Este párrafo lo dice todo, porque señala como solución a la pobreza tres aspectos fundamentales:
- Solidaridad con planes de financiamiento (no hablamos de regalar dinero, sino de apoyar con financiamiento),
- Los pobres deben resolver sus problemas, rechazo por tanto al ASISTENCIALISMO,
- La meta es "producir un verdadero crecimiento económico",
- Los países ricos deben estar conscientes que el desarrollo de los pobres permitirá "sostener su capacidad productiva".
La pobreza no debe resolverse con el ASISTENCIALISMO, sino con el libre mercardo; dirìamos en lenguaje liberal.
28 "Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social[67]." Está claro, nada que comentar.
29. El desarrollo es libertad religiosa y la no promoción del ateísmo.

domingo, 19 de julio de 2009

Los problemas de la globalización. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (VIII)

Mi selección (lo que considero más importante):

25. (...) el mercado ha estimulado nuevas formas de competencia entre los estados con el fin de atraer centros productivos de empresas extranjeras, adoptando diversas medidas, como una fiscalidad favorable y la falta de reglamentación del mundo del trabajo. Estos procesos han llevado a la reducción de la red de seguridad social a cambio de la búsqueda de mayores ventajas competitivas en el mercado global, con grave peligro para los derechos de los trabajadores, para los derechos fundamentales del hombre y para la solidaridad en las tradicionales formas del Estado social. Los sistemas de seguridad social pueden perder la capacidad de cumplir su tarea, tanto en los países pobres, como en los emergentes, e incluso en los ya desarrollados desde hace tiempo. En este punto, las políticas de balance, con los recortes al gasto social, con frecuencia promovidos también por las instituciones financieras internacionales, pueden dejar a los ciudadanos impotentes ante riesgos antiguos y nuevos; dicha impotencia aumenta por la falta de protección eficaz por parte de las asociaciones de los trabajadores. El conjunto de los cambios sociales y económicos hace que las organizaciones sindicales tengan mayores dificultades para desarrollar su tarea de representación de los intereses de los trabajadores, también porque los gobiernos, por razones de utilidad económica, limitan a menudo las libertades sindicales o la capacidad de negociación de los sindicatos mismos. Las redes de solidaridad tradicionales se ven obligadas a superar mayores obstáculos. Por tanto, la invitación de la doctrina social de la Iglesia, empezando por la Rerum novarum[60], a dar vida a asociaciones de trabajadores para defender sus propios derechos ha de ser respetada, hoy más que ayer, dando ante todo una respuesta pronta y de altas miras a la urgencia de establecer nuevas sinergias en el ámbito internacional y local.
(...) el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad: «Pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social»[61].
26. (...) El eclecticismo y el bajo nivel cultural (rebajar la cultura y homologar los comportamientos y estilos de vida) coinciden en separar la cultura de la naturaleza humana. Así, las culturas ya no saben encontrar su lugar en una naturaleza que las transciende[63], terminando por reducir al hombre a mero dato cultural. Cuando esto ocurre, la humanidad corre nuevos riesgos de sometimiento y manipulación.
27. (...) Dar de comer a los hambrientos (cf. Mt 25,35.37.42) es un imperativo ético para la Iglesia universal, que responde a las enseñanzas de su Fundador, el Señor Jesús, sobre la solidaridad y el compartir. Además, en la era de la globalización, eliminar el hambre en el mundo se ha convertido también en una meta que se ha de lograr para salvaguardar la paz y la estabilidad del planeta. El hambre no depende tanto de la escasez material, cuanto de la insuficiencia de recursos sociales, el más importante de los cuales es de tipo institucional. Es decir, falta un sistema de instituciones económicas capaces, tanto de asegurar que se tenga acceso al agua y a la comida de manera regular y adecuada desde el punto de vista nutricional, como de afrontar las exigencias relacionadas con las necesidades primarias y con las emergencias de crisis alimentarias reales, provocadas por causas naturales o por la irresponsabilidad política nacional e internacional.
Mi comentario:

25. ¿Cómo resolver el problema de armonizar competitividad con mejores condiciones de vida para los trabajadores? ¿Cómo crear una cultura de solidaridad, de valoración al capitla humano?.
26. La valoración de la naturaleza humana, de que todas las culturas podamos coincidir en un mínimo; es una tarea que no puede ser abandonada.
27. "El hambre no depende tanto de la escasez material, cuanto de la insuficiencia de recursos sociales, el más importante de los cuales es de tipo institucional." En esto, es en lo que no nos ponemos de acuerdo, ¿Cuáles son las reformas institucionales para superar el hambre?.

sábado, 18 de julio de 2009

¿Qué es el desarrollo?. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (VII)

Mi selección (lo que considero más importante):

21. Pablo VI tenía una visión articulada del desarrollo. Con el término «desarrollo» quiso indicar ante todo el objetivo de que los pueblos salieran del hambre, la miseria, las enfermedades endémicas y el analfabetismo. Desde el punto de vista económico, eso significaba su participación activa y en condiciones de igualdad en el proceso económico internacional; desde el punto de vista social, su evolución hacia sociedades solidarias y con buen nivel de formación; desde el punto de vista político, la consolidación de regímenes democráticos capaces de asegurar libertad y paz. (...) La ganancia es útil si, como medio, se orienta a un fin que le dé un sentido, tanto en el modo de adquirirla como de utilizarla. El objetivo exclusivo del beneficio, cuando es obtenido mal y sin el bien común como fin último, corre el riesgo de destruir riqueza y crear pobreza. El desarrollo económico que Pablo VI deseaba era el que produjera un crecimiento real, extensible a todos y concretamente sostenible. (...) la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar de un modo nuevo. Conviene afrontar las dificultades del presente en esta clave, de manera confiada más que resignada.
22. (...) La riqueza mundial crece en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades. En los países ricos, nuevas categorías sociales se empobrecen y nacen nuevas pobrezas. En las zonas más pobres, algunos grupos gozan de un tipo de superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora. Se sigue produciendo «el escándalo de las disparidades hirientes»[56].
23. (...) Tras el derrumbe de los sistemas económicos y políticos de los países comunistas de Europa Oriental y el fin de los llamados «bloques contrapuestos», hubiera sido necesario un replanteamiento total del desarrollo. Lo pidió Juan Pablo II, quien en 1987 indicó que la existencia de estos «bloques» era una de las principales causas del subdesarrollo[57],
24. (...) Hoy, aprendiendo también la lección que proviene de la crisis económica actual, en la que los poderes públicos del Estado se ven llamados directamente a corregir errores y disfunciones, parece más realista una renovada valoración de su papel y de su poder, que han de ser sabiamente reexaminados y revalorizados, de modo que sean capaces de afrontar los desafíos del mundo actual, incluso con nuevas modalidades de ejercerlos. Con un papel mejor ponderado de los poderes públicos, es previsible que se fortalezcan las nuevas formas de participación en la política nacional e internacional que tienen lugar a través de la actuación de las organizaciones de la sociedad civil (...).
Mi comentario:

21. El CONCEPTO de desarrollo es clara, y se tiene en cuenta como motor de la economía la ganacia, aunque esta no sea el fin último; el fin último es el bien común: "un crecimiento real, extensible a todos y concretamente sostenible".
22. La pobreza, y cualquier tipo de pobreza es el problema, y debe ser nuestra principal preocupación.
23. Nada que comentar, estamos de acuerdo.
24. Debo pensarlo... me hace dudar.

viernes, 17 de julio de 2009

Las causa del subdesarrollo. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (VI)

Mi selección (lo que considero más importante):

19. Finalmente, la visión del desarrollo como vocación comporta que su centro sea la caridad. En la Encíclica Populorum progressio, Pablo VI señaló que las causas del subdesarrollo no son principalmente de orden material. Nos invitó a buscarlas en otras dimensiones del hombre. Ante todo, en la voluntad, que con frecuencia se desentiende de los deberes de la solidaridad. Después, en el pensamiento, que no siempre sabe orientar adecuadamente el deseo. Por eso, para alcanzar el desarrollo hacen falta «pensadores de reflexión profunda que busquen un humanismo nuevo, el cual permita al hombre moderno hallarse a sí mismo»[51]. Pero eso no es todo. El subdesarrollo tiene una causa más importante aún que la falta de pensamiento: es «la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos»[52]. Esta fraternidad, ¿podrán lograrla alguna vez los hombres por sí solos? La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos. La razón, por sí sola, es capaz de aceptar la igualdad entre los hombres y de establecer una convivencia cívica entre ellos, pero no consigue fundar la hermandad. Ésta nace de una vocación transcendente de Dios Padre, el primero que nos ha amado, y que nos ha enseñado mediante el Hijo lo que es la caridad fraterna.
20. (...) la necesidad de alcanzar una auténtica fraternidad. Lograr esta meta es tan importante que exige tomarla en consideración para comprenderla a fondo y movilizarse concretamente con el «corazón», con el fin de hacer cambiar los procesos económicos y sociales actuales hacia metas plenamente humanas.
Mi comentario:

19. El problema del subdesarrollo es esencialmente ético (ausencia de solidaridad y fraternidad).
20. Una vez más se habla de "hacer cambiar los procesos económicos y sociales actuales hacia metas plenamente humanas", pero no se termina por responder a esta pregunta y se dice que la Iglesia no debe responderla, sólo hacer el diagnóstico y establecer el principio ético en ambos aspectos. Esto puede generar perspectivas contrarias a la libertad.

jueves, 16 de julio de 2009

El verdadero desarrollo es LIBRE. Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (V)

Mi selección (lo que considero más importante):

16. (...) Decir que el desarrollo es vocación equivale a reconocer, por un lado, que éste nace de una llamada trascendente y, por otro, que es incapaz de darse su significado último por sí mismo. Con buenos motivos, la palabra «vocación» aparece de nuevo en otro pasaje de la Encíclica, donde se afirma: «No hay, pues, más que un humanismo verdadero que se abre al Absoluto en el reconocimiento de una vocación que da la idea verdadera de la vida humana»[37]. Esta visión del progreso es el corazón de la Populorum progressio y motiva todas las reflexiones de Pablo VI sobre la libertad, la verdad y la caridad en el desarrollo. Es también la razón principal por lo que aquella Encíclica todavía es actual en nuestros días.
17. (...) El desarrollo humano integral supone la libertad responsable de la persona y los pueblos: ninguna estructura puede garantizar dicho desarrollo desde fuera y por encima de la responsabilidad humana. Los «mesianismos prometedores, pero forjados de ilusiones»[38] basan siempre sus propias propuestas en la negación de la dimensión trascendente del desarrollo, seguros de tenerlo todo a su disposición.
(...) «los pueblos hambrientos interpelan hoy, con acento dramático, a los pueblos opulentos»[40]. También esto es vocación, en cuanto llamada de hombres libres a hombres libres para asumir una responsabilidad común. Pablo VI percibía netamente la importancia de las estructuras económicas y de las instituciones, pero se daba cuenta con igual claridad de que la naturaleza de éstas era ser instrumentos de la libertad humana. Sólo si es libre, el desarrollo puede ser integralmente humano; sólo en un régimen de libertad responsable puede crecer de manera adecuada.
18. Además de la libertad, el desarrollo humano integral como vocación exige también que se respete la verdad. (...) El desarrollo humano integral en el plano natural, al ser respuesta a una vocación de Dios creador[48], requiere su autentificación en «un humanismo trascendental, que da [al hombre] su mayor plenitud; ésta es la finalidad suprema del desarrollo personal»[49].

Mi comentario:

16. El "desarrollo" es "vocación", es una misión divina. Pero ¿Cuál desarrollo? Apertura al Absoluto como verdadero humanismo.
17. "Sólo si es libre, el desarrollo puede ser integralmente humano"; esta frase es lo que no entienden las utopías de izquierda, con sus intentos de obligar a golpes la justicia que termina haciéndose injusticia y estatismo paralizante. Así nos abrume la injusticia, los seres humanos deben luchar contra ella LIBREMENTE, y no obligados por el colectivo o el Estado.
18. El desarrollo verdadero es integral, y esto significa ABIERTO A LA VERDAD DIVINA.

martes, 14 de julio de 2009

Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (IV)

Mi selección (lo que considero más importante):

14. (...) En sí misma considerada, la técnica es ambivalente. (...) Considerar ideológicamente como absoluto el progreso técnico y soñar con la utopía de una humanidad que retorna a su estado de naturaleza originario, son dos modos opuestos para eximir al progreso de su valoración moral y, por tanto, de nuestra responsabilidad.

15. (...) La Iglesia propone con fuerza esta relación entre ética de la vida y ética social, consciente de que «no puede tener bases sólidas, una sociedad que —mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz— se contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada»[29].

(...) Pablo VI aclaró la relación entre el anuncio de Cristo y la promoción de la persona en la sociedad. El testimonio de la caridad de Cristo mediante obras de justicia, paz y desarrollo forma parte de la evangelización, porque a Jesucristo, que nos ama, le interesa todo el hombre. Sobre estas importantes enseñanzas se funda el aspecto misionero [32] de la doctrina social de la Iglesia, como un elemento esencial de evangelización[33]. Es anuncio y testimonio de la fe. Es instrumento y fuente imprescindible para educarse en ella.

Mi comentario:

14 y 15. El progreso y el desarrollo no puede separarse de la ética. "porque a Jesucristo, que nos ama, le interesa todo el hombre"; frase contundente, que lleva al rechazo de las actitudes parciales en nuestras visiones desde el cristianismo: algunos sólo con los pobres, otros quitándole importancia al tema de la pobreza, por sólo decir un ejemplo. Ser misionero, ser evangelizador, hacer apostolado, es SIEMPRE preocupación por el desarrollo, pero nunca SOLO POR EL DESARROLLO.

lunes, 13 de julio de 2009

Obispos de Venezuela ante el proyecto de ley sobre medios de comunicación

CARACAS, domingo, 12 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el comunicado que ha emitido la Conferencia Episcopal Venezolana ante el proyecto de ley sobre medios de comunicación social.
* * *
Ante las últimas informaciones en las que distintos poderes públicos anuncian decretos de providencia y legislaciones en materia de Medios de Comunicación Social, los Arzobispos y Obispos de Venezuela queremos reafirmar los principios rectores, tal como lo expresamos en el Concilio Plenario de Venezuela, en el documento Pastoral de los Medios de Comunicación Social, principios que deben orientar materia tan grave y delicada para el desarrollo de nuestro país
Los Medios de Comunicación Social deben prestar un valioso servicio, informando sobre los hechos de manera objetiva; promocionando la verdad y la justicia, la paz y la libertad, la solidaridad, las buenas costumbres, la convivencia ciudadana, las exigencias de la vida; defendiendo la dignidad de la persona humana y sus derechos; orientando las mentes y los corazones con una visión ética.
En un Estado democrático los diferentes grupos e instituciones deben encontrar espacios para ofrecer sus planteamientos y orientaciones en vista a la formación de la opinión pública. El Estado debe ser garante de este derecho fundamental.
La libertad de expresión es uno de los derechos humanos fundamentales que permite el desarrollo integral del hombre, lo conduce en la búsqueda de la verdad y constituye una herramienta para la participación y defensa de la democracia.
Los Medio de Comunicación Social permiten que la libertad de expresión pueda ser ejercida. Prensa, radio TV, cine, teatro, Internet, publicidad..., se convierten en los canales a través de los cuales los comunicadores sociales llevan a cabo la misión propia de su profesión: informar, formar y entretener sin ningún impedimento, amenaza, discriminación, intimidación, persecución o cualquier tipo de coacción, fuera de la justa regulación que contemplan las leyes.
La opinión pública, la libertad de expresión y el derecho a la información conforman junto con otros derechos fundamentales un verdadero estado democrático, tal como reza la constitución en su artículo 6: "El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables."
Lamentablemente, en ocasiones las instituciones que detentan el poder, por motivos políticos o económicos, entre otros, coartan la libertad de expresión, amedrentando, interviniendo, manipulando las políticas comunicacionales, estableciendo normas y reglamentos limitantes, controlando los medios y creando legislaciones coercitivas que ahogan la libertad de expresión y violan el derecho a la información. Hay que estar alerta ante estas situaciones, que debilitan el estado de derecho.
Por otra parte, deploramos el uso irresponsable de la libertad que lleva al libertinaje de expresión y lesiona los derechos humanos, sin tener en cuenta sus límites que le son dados por la dignidad de la persona humana y el bien común. No hay libertad cuando los medios, estén en manos privadas o en manos del gobierno, informan sólo lo que les interesa, ocultando noticias, tergiversando sucesos y no permitiendo el acceso a la opinión pública a quienes no están alineados con ellos.
Vemos con suma preocupación que decretos y legislaciones sin suficiente consulta y sin consenso en esta materia pretenden imponer hegemónicamente una determinada visión de la vida y de la sociedad.
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela
Caracas, 10 de julio de 2009

Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (III)

Mi selección (lo que considero más importante):
11. (...) El Concilio profundizó en lo que pertenece desde siempre a la verdad de la fe, es decir, que la Iglesia, estando al servicio de Dios, está al servicio del mundo en términos de amor y verdad. Pablo VI partía precisamente de esta visión para decirnos dos grandes verdades. La primera es que toda la Iglesia, en todo su ser y obrar, cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre. Tiene un papel público que no se agota en sus actividades de asistencia o educación, sino que manifiesta toda su propia capacidad de servicio a la promoción del hombre y la fraternidad universal cuando puede contar con un régimen de libertad. Dicha libertad se ve impedida en muchos casos por prohibiciones y persecuciones, o también limitada cuando se reduce la presencia pública de la Iglesia solamente a sus actividades caritativas. La segunda verdad es que el auténtico desarrollo del hombre concierne de manera unitaria a la totalidad de la persona en todas sus dimensiones[16]. Sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento. Encerrado dentro de la historia, queda expuesto al riesgo de reducirse sólo al incremento del tener; así, la humanidad pierde la valentía de estar disponible para los bienes más altos, para las iniciativas grandes y desinteresadas que la caridad universal exige.
En realidad, las instituciones por sí solas no bastan, porque el desarrollo humano integral es ante todo vocación y, por tanto, comporta que se asuman libre y solidariamente responsabilidades por parte de todos.
13. Pablo VI con la Populorum progressio (...) reafirmó la importancia imprescindible del Evangelio para la construcción de la sociedad según libertad y justicia, en la perspectiva ideal e histórica de una civilización animada por el amor. Pablo VI entendió claramente que la cuestión social se había hecho mundial [25] y captó la relación recíproca entre el impulso hacia la unificación de la humanidad y el ideal cristiano de una única familia de los pueblos, solidaria en la común hermandad.
Mi comentario:

11. Interpreto: El desarrollo no se limita a lo material, y la Iglesia nos enseña y ayuda en la comprensión que el ser humano debe tender a "las iniciativas grandes y desinteresadas que la caridad universal exige." El cristiano y en general el ser humano, no puede limitarse a lo material. Por otro lado, se debe tener claro que el centro del desarrollo no está en las instituciones sino en la persona LIBRE, RESPONSABLE Y SOLIDARIA.
13. ¿Cuántas veces se repite en la Encíclica la palabra "libertad"?. Otra vez en este punto señala: "la construcción de la sociedad según libertad y justicia".

domingo, 12 de julio de 2009

Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI (II)

Mi selección (lo que considero más importante):

7. (...) Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien común. Es el bien de ese «todos nosotros», formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social[4]. No es un bien que se busca por sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad social, y que sólo en ella pueden conseguir su bien realmente y de modo más eficaz. Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad.

Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la pólis. Ésta es la vía institucional —también política, podríamos decir— de la caridad, no menos cualificada e incisiva de lo que pueda ser la caridad que encuentra directamente al prójimo fuera de las mediaciones institucionales de la pólis.

8. (...) La verdad originaria del amor de Dios, que se nos ha dado gratuitamente, es lo que abre nuestra vida al don y hace posible esperar en un «desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres»[8], en el tránsito «de condiciones menos humanas a condiciones más humanas»[9], que se obtiene venciendo las dificultades que inevitablemente se encuentran a lo largo del camino.

9. (...) El riesgo de nuestro tiempo es que la interdependencia de hecho entre los hombres y los pueblos no se corresponda con la interacción ética de la conciencia y el intelecto, de la que pueda resultar un desarrollo realmente humano. (...) la fuerza del amor que vence al mal con el bien (cf. Rm 12,21) y abre la conciencia del ser humano a relaciones recíprocas de libertad y de responsabilidad.

Mi comentario:

6 y 7. El deber cristiano ser justos siempre, es el primer paso a la caridad.

La siguiente frase no me queda muy clara: "No es un bien que se busca por sí mismo", creo entender lo que el liberalismo señala como "la mano invisible" del mercado. No necesariamente buscamos el bien común, pero la vida en sociedad, el intercambio, el deseo de bienestar del otro como individuo va construyendo un ambiente que termina por beneficiar a cada persona inmersa en él (a terceros). Aunque luego dice: "Desear el bien común y esforzarse por él", puede ser entonces que no necesariamente la búsqueda del bien común sea algo tan espontáneo; y más si luego señala que debemos incidir en lo común, en la sociedad entera; esta es una tarea de todo cristiano.

9. Hay un problema claro: pasar de las "condiciones menos humanas a condiciones más humanas", pero ¿Cómo?. Responde el Papa: con la caridad, y "relaciones recíprocas de libertad y de responsabilidad." El desarrollo humanizador se lograr con "libertad responsable", nunca con la COACCIÓN POR PARTE DEL ESTADO. ¿Esto lo tiene claro el Papa en la Encíclica? Hasta ahora no he leído lo contrario, pero luego dice "La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer[10] y no pretende «de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados»[11]."

sábado, 11 de julio de 2009

Extractos y comentarios a la Encíclica "Caritas in veritate" (2009) de Benedicto XVI

Mi selección:
1. (...) Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,22). Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad.
3. (...) Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Éste es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad. Es presa fácil de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos, una palabra de la que se abusa y que se distorsiona, terminando por significar lo contrario.
4. (...) La verdad, rescatando a los hombres de las opiniones y de las sensaciones subjetivas, les permite llegar más allá de las determinaciones culturales e históricas y apreciar el valor y la sustancia de las cosas. La verdad abre y une el intelecto de los seres humanos en el lógos del amor: éste es el anuncio y el testimonio cristiano de la caridad.
5. La caridad es amor recibido y ofrecido. Es «gracia» (cháris). Su origen es el amor que brota del Padre por el Hijo, en el Espíritu Santo. Es amor que desde el Hijo desciende sobre nosotros. Es amor creador, por el que nosotros somos; es amor redentor, por el cual somos recreados. Es el Amor revelado, puesto en práctica por Cristo (cf. Jn 13,1) y «derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo» (Rm 5,5). Los hombres, destinatarios del amor de Dios, se convierten en sujetos de caridad, llamados a hacerse ellos mismos instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad.
6. (...) Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es «inseparable de la caridad»[1], intrínseca a ella. La justicia es la primera vía de la caridad o, como dijo Pablo VI, su «medida mínima»[2], parte integrante de ese amor «con obras y según la verdad» (1 Jn 3,18), al que nos exhorta el apóstol Juan.
Mi comentario:
1. Me gusta esta comienzo que habla de la VOCACIÓN, de la FELICIDAD que se encuentra "asumiendo el proyecto de Dios":
3. El amor va más allá de los sentimientos y de las emociones, es un PROYECTO ligado intimamente a la VERDAD.
4. Hay algo común a todos los seres humanos; a pesar de nuestra diversidad cultural y de opniones, e incluso de valores. Eso común es la Caridad y la Verdad...
5. No se debe comentar, es demasiado evidente y completo.

Exhortación de la Conferencia Episcopal Venezolana en la XCII asamblea plenaria ordinaria

Exhortación de la Conferencia Episcopal Venezolana en la XCII asamblea plenaria ordinaria emitida el 10 de julio con el título "Vivan en el amor de Cristo" (Cf. Efesios 4, 15).
* * *
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, al concluir nuestra nonagésima segunda Asamblea Plenaria Ordinaria, compartimos con toda la Iglesia en Venezuela la experiencia de habernos encontrado en el pasado mes de junio en el centro de la unidad católica, Roma, venerando los sepulcros de San Pedro y San Pablo, y reiterando nuestra comunión con el Vicario de Cristo, el Papa Benedicto XVI; la culminación del Año Paulino, el comienzo del Año Sacerdotal en el contexto de la puesta en práctica del Concilio Plenario de Venezuela y la Misión Continental.
VISITA AD LIMINA APOSTOLORUM
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela nos trasladamos a Roma donde permanecimos desde el 1° al 19 de junio, con el fin dar razón del trabajo pastoral que juntamente con los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, realizamos en nuestras iglesias particulares, cumplir con el mandato quinquenal de la Visita a los sepulcros de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, mostrar nuestra adhesión y comunión con el sucesor del apóstol Pedro, reconociendo de una manera palpable su jurisdicción universal, dando también cuenta de la disposición de las iglesias particulares para recibir sugerencias y orientaciones.
Durante la visita, que vivimos como un acontecimiento de fe, tuvieron lugar celebraciones litúrgicas, encuentros con el Santo Padre y con 28 organismos de servicio pastoral de la Santa Sede. Celebramos la eucaristía en cada una de las Basílicas Mayores: San Pedro, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros. En estas eucaristías concelebraron con nosotros los sacerdotes venezolanos que estudian en Roma y participaron religiosos y laicos de nuestra tierra. Cada uno de los Obispos tuvo un encuentro personal y privado con el Papa para hablar sobre el trabajo pastoral en la propia diócesis. Hemos constatado su cercanía y sencillez y quedamos gratamente impresionados por el conocimiento que el Santo Padre tiene de Venezuela y de cada una de nuestras iglesias particulares.
Uno de los momentos más significativos fue el encuentro con el Santo Padre. En la audiencia general el Presidente de la Conferencia Episcopal dirigió un saludo al Papa, presentándole la situación en la que la Iglesia en Venezuela desarrolla su tarea pastoral y los retos que debe enfrentar. El Santo Padre nos dirigió un discurso en el que alentó a todos los miembros de nuestra Iglesia y a nosotros como pastores a mirar el futuro con confianza en el Señor resucitado, que por medio de su Espíritu, nos fortalece y anima, indicándonos al mismo tiempo algunos aspectos importantes para la labor pastoral en Venezuela.
Somos portadores de la bendición y palabras de aliento de Su Santidad en las que nos invita a afrontar nuestra labor pastoral en medio de numerosos retos cada vez más difíciles. El Santo Padre nos animó a cultivar una más estrecha comunión afectiva y efectiva entre nosotros, a prestar una atención especial a los sacerdotes, a tener un particular interés por los seminaristas, y a iluminar y promover la participación de los laicos, llamados a ordenar las realidades temporales de modo que respondan al designio amoroso de Dios. Asimismo nos confió de modo particular a quienes pasan necesidad, fomentando las múltiples iniciativas en servicio de los pobres.
La difusión de los más genuinos valores cristianos invita a favorecer la búsqueda del bien común, la convivencia armónica y la estabilidad social. Finalmente, son un acicate a la labor de nuestra iglesia las palabras conclusivas del Papa: "contáis con mi apoyo, solicitud y cercanía espiritual. Y os pido que llevéis mi saludo afectuoso a todos los miembros de vuestras iglesias particulares". Esta Visita ad Limina nos ha fortalecido profundamente en nuestro ministerio episcopal, en la fraternidad episcopal, la comunión con el sucesor de Pedro y el servicio a nuestro pueblo en la defensa y promoción de los derechos humanos fundamentales.
Durante esos días visitamos la Cartuja de la Farneta, en Lucca, Italia, en donde ingresaron con el propósito de ser monjes, primero el Siervo de Dios Dr. José Gregorio Hernández y posteriormente Mons. Salvador Montes de Oca, caroreño y II Obispo de Valencia, fusilado por el ejército nazi. Fue una vivencia de profunda espiritualidad, que nos estimula a seguir promoviendo la causa de beatificación del Dr. José Gregorio Hernández y a iniciar la de nuestro obispo mártir.
DEL AÑO PAULINO AL AÑO SACERDOTAL
Al terminar nuestra Visita ad Limina, tuvimos la oportunidad de participar en la apertura del Año Sacerdotal, cuyos límites fijó el Santo Padre entre el 19 de junio de 2009, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, y el 19 de junio de 2010. La ocasión de esta celebración es la conmemoración de los 150 Años de la muerte del sacerdote Juan María Vianney (1789-1859), nacido en Francia y conocido en el mundo entero como el "Santo Cura de Ars". Es patrono de los párrocos y su memoria se celebra el 4 de agosto. El Año Sacerdotal nace bajo el signo de la continuidad del Año Paulino y de la necesaria profundización en la propia identidad sacerdotal y en la misión como urgencia de nuestro tiempo.
Son varios los motivos que presenta el Santo Padre para proclamar este Año: la continua llamada a la conversión que nos hace el Evangelio a los sacerdotes, y a todos los discípulos de Cristo; la necesidad de promover la santidad sacerdotal; el llamado a toda la Iglesia a estimar a los sacerdotes, configurados con Jesucristo, Buen Pastor, continuadores de su misión salvadora; y la debida gratitud al Señor por su trabajo y testimonio de vida evangélica. Estos motivos identifican con las orientaciones pastorales del documento "Ministros ordenados" del Concilio Plenario, dedicado a los obispos, presbíteros y diáconos.
Este año es un tiempo para la renovación del don del sacerdocio que hemos recibido por la imposición de las manos (cf 2Tim 4,5) y para dar a conocer los ejemplos de fidelidad de la mayoría de los sacerdotes a lo largo de los siglos, tanto ayer como hoy. Al mismo tiempo, la Iglesia pide perdón al Señor y a la sociedad por los errores, escándalos e incluso delitos de algunos de sus ministros ordenados.
El Año Sacerdotal se orienta también a que todos los fieles tomen conciencia del valor del sacerdocio ministerial. Entre nosotros tendrá un carácter marcadamente vocacional. El Cardenal Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero, explica que este año es "una ocasión para un periodo de intensa profundización de la identidad sacerdotal, de la teología sobre el sacerdocio católico y del sentido extraordinario de la vocación y de la misión de los Sacerdotes en la Iglesia y en la sociedad. Para todo eso será necesario organizar encuentros de estudio, jornadas de reflexión, ejercicios espirituales específicos, conferencias y semanas teológicas en nuestras facultades eclesiásticas, además de estudios científicos y sus respectivas publicaciones".
EL HOY DE VENEZUELA
Durante esta Asamblea, hemos orado, compartido y reflexionado mucho, conscientes de que la realidad de América Latina y de Venezuela es muy grave. Reafirmamos lo que hemos dicho en ocasiones anteriores en base a los graves problemas que nos afectan.
Nos duele la crisis político social del hermano país de Honduras, pedimos al Señor que el pueblo hondureño encuentre la reconciliación a través del diálogo, la sanación de sus heridas y el camino del proceso democrático, "sin presiones unilaterales de cualquier tipo" (Cf Comunicado de la Conferencia Episcopal hondureña, Edificar desde la crisis), respetando la soberanía de ese país.
Después del referendo del 15 Febrero de 2009 se ha acelerado la imposición arbitraria y unilateral del proyecto de socialismo del siglo XXI, lo cual irrespeta la voluntad popular, lo señalado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la participación real y libre de los ciudadanos. El desconocimiento de las autoridades electas el año pasado, cercenándoles sus atribuciones con cambios legales que violan el texto constitucional, contraría la igualdad que debe reinar entre todos los electos, quienes tienen los mismos derechos y obligaciones.
Hacemos un llamado de alerta para que todos estemos atentos ante la discusión de leyes que afectan ampliamente el ejercicio responsable de la libertad de los ciudadanos, de sus familias, del recto desempeño social; en particular, la de educación, la de equidad e igualdad de género, la de la propiedad social y la que se refiere a la libertad de expresión e información
. Para la elaboración de las leyes es necesario consultar a toda la sociedad sin exclusiones. El tema de la propiedad privada, la propiedad social y el papel del Estado en su reglamentación no puede ser objeto de una decisión unilateral. Nos preocupa mucho la celeridad en la discusión de estas leyes en tiempos de vacaciones.
Rogamos a la Santísima Virgen, cuya fiesta del Carmen comenzaron a celebrar muchas ciudades y pueblos del país, nos proteja a todos y nos conduzca a la reconciliación y al entendimiento como nación a fin de que podemos trabajar unidos en la verdad y el amor de Cristo.
Con nuestra bendición, los Arzobispos y Obispos de Venezuela
Caracas, 10 de julio de 2009

viernes, 10 de julio de 2009

Extractos de la serie "Teresa de Jesús" (de RTVE)

Al querer expandir la reforma carmelita, Santa Teresa se lo propone a San Juan de la Cruz (ambos se consideran "bichos raros" por querer mejorar la orden), y esta la dice:
"Reformar la orden desde dentro, porque huir es de cobardes, como si quisiera salvarse solo."

Sobre los deseos de fundar conventos:


"Dentro de mí hay un campo de batalla, no me canso de estar sola; pero una fuerza mayor me obliga a echarme a los caminos."

"Yo siempre ha valorado más la virtud que el linaje."
Imagen: celda de la santa.

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