Ser santo es amar a Dios, buscar la santidad es imitar a Jesús y a los que lo han imitado a su vez, y buscar la santidad es luchar por vivir las virtudes teologales y humanas. Pero en medio de este principio del cristianismo universal surge la tensión: ¿dónde poner el acento? ¿hasta dónde debemos controlarnos (o reprimirnos o hacerse violencia contra nuestros deseos, estas palabras son escándalo para muchos cristianos)?. Me refiero a la tensión que existe entre la lucha por mejorarnos para amar y servir a Dios y a los demás, y la natural y necesaria conservación de nuestro equilibro psicológico... ¿cuándo la lucha se vuelve insana?. Pero existe otro problema o tensión: ¿cuándo el temor porque nuestra lucha se vuelva antinatural u obsesiva (lo que llaman "exceso de escrúpulos") nos impide ir más allá, o nos hace unos "blandengues", flojos o cómodos, o nada heroicos en la vivencia de las virtudes (en pocas palabras: santos)?. Esta es una de las tensiones terribles para el que se toma en serio el ser cristiano... ¿dónde está la respuesta y con ejemplos prácticos sin nada de generalizaciones imprecisas?.
8 comentarios:
No tengo la respuesta, la ando buscando aunque se quien la tiene pero no la entiendo, no es tanto el problema en hallarla sinó en entenderla al menos para mi.
Y tu, profe tambien has dado en el clavo.
Pues, estoy en la bùsqueda... pero creo que la respuesta es diferente para cada quien, aunque aspectos generalizables. creo que hay que leer el Evangelio, la vida de los santos, y llevar todo esto a la oraciòn...evaluando, juzgando nuestra coyuntura a partir de lo que nos dice Jesùs...No es nada fàcil, por eso lo escribì a ver quièn me ayuda.
un abrazo, gracias por la visita
ser santo se construye un día a la vez... será que por eso uno nunca lo termina, para mí que eso es lo más interesante, porque es una meta que salta para la vida eterna!
Estimado Jesús graicas por tu visita: tienes toda la razón, es una lucha diaria y de la cual no se puede tomar vacaciones; pero mi pregunta no va por ahí, sino por la gran tensión que existe entre una lucha sana (humana, alegre, amorosa, de cara a lo que desea Dios de nosotros) y una insana (así mismo, insana porque en medio de fuertes escrùpulos nos hace unos seres obsesivos que desea orgullosamente llegar a una meta sin importar que nuestra psique se afecte, cayendo en una amargura espantosa cada vez que caemos, y que al final terminamos por olvidar el sentido de esa misma lucha: CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NOSOTROS). No es fàcil...seguimos buscando pero no me gusta caer ni en la blandenguería ni en la obsesión por el cumplimiento.
un abrazo
wow profe, que bien lo has expuesto, bueno hay que recordar el punto ewxacto: todo lo pueod en Crsito que me fortalece, lo insano es insano!
Gracias!. Pero eso de lo insano no está tan claro...
es que depende profe de cual sea la razón y el motivo, en algunas ocasiones resulta un verdadero engaño el auflagelarse o reprimirse de algunas cosas, si no existe un único y verdadero centro, que debe ser Cristo.hacerlo por propios meritos e iniciativa sería insano, mucho mas aún creer que se trata de un artilugio infalible, pues e spor gracia de Dios que las cosas se consiguen y no por lo que podamos practicar o no.Me explico mejor, yo podría dejar de habalrle a todo el mundo para no pecar por lo que digo, ¿pero eso es realmente lo que quiere Dios?, tambien podría irme al desierto y apartarme de todo para no pecar ¿y eso será asi en verdad?.
Ahora soy yo el que dice wow!!! esa es la respuesta!!!
gracias!!! vamos por el mism ocamino!
Pero a veces es inevitable controlarse...
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