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En el rito del Bautismo hay dos elementos en los que se expresa este acontecimiento, y en los que se pone también de manifiesto su necesidad para el transcurso de nuestra vida. Ante todo, tenemos el rito de las renuncias y promesas. (…) Se pronuncia un triple "no": al demonio, a sus pompas y al pecado. Con esta extraña palabra, "pompas", es decir, la suntuosidad del diablo, se indicaba el esplendor del antiguo culto de los dioses y del antiguo teatro, en el que se sentía gusto viendo a personas vivas desgarradas por bestias feroces. Se rechazaba de esta forma un tipo de cultura que encadenaba al hombre a la adoración del poder, al mundo de la codicia, a la mentira, a la crueldad. Era un acto de liberación respecto a la imposición de una forma de vida, que se presentaba como placer y que, sin embargo, impulsaba a la destrucción de lo mejor que tiene el hombre. (…) Pablo las llama (a las “viejas vestiduras” “obras de la carne”: "fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, celos, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, envidias, borracheras, orgías y cosas por el estilo" (Ga 5,19ss.).
(…) El bautizando determina la nueva orientación de su vida: la fe en el Dios trinitario al que él se entrega. Así, Dios mismo nos viste con indumentos de luz, con el vestido de la vida. Pablo llama a estas nuevas "vestiduras" "fruto del Espíritu" y las describe con las siguientes palabras: "Amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí" (Ga 5, 22).
(Benedicto XVI, Homilía de la Vigilia Pascual, 03-IV-2010).
Señor, dame esas vestiduras, dame la Gracia para ser bueno, y abandonar mis vicios. No quiero pecar más, quiero la fe y la fuerza para amar la cruz diaria, para donarme total y alegremente. Quiero renunciar al poder, a la codicia… a la vanidad. Quiero la humildad, el sentirme nada, para no centrarme en mí, sino en los demás.
1 comentario:
Saludos pana, tiempo sin leerte. Buena reseña, el Bautismo es la entrada a la vida de la gracia.
Si no pecáramos seriamos Ángeles o habitantes del cielo. El pecado nos acerca a la misericordia de Dios. No es que lo ame (al pecado) solo es que parte de nuestra naturaleza caída tiende a ello (a pecar) y no es por nuestras fuerzas que lo evitamos, es por la GRACIA de Cristo que le hacemos frente. Mientras vivamos esa será nuestra cruz.
Un Abrazo pana...
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