Leyendo Fluvium, maravillosa página que no dejo de recomendar, me encuentro con dos cosas que me impactan: un pensamiento orante de la Madre Teresa que acá les dejo y un video que colocaré en otro post:
El sufrimiento, el dolor, el disgusto, la humillación, la experiencia de desolación,… no son más que un beso de Jesús, un signo claro de que están tan sumamente cerca de Él, que ha podido besarlos.
Madre Teresa
La verdad es que todavía no aprendo a vivirlo de esta manera.
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