Descubrid la Providencia de Dios en todo lo que os suceda.Cabe interrogarnos: ¿cómo es mi reacción ante lo que me disgusta o me supone una contrariedad? ¿Peleo para rectificar y elevar cada cuestión al plano sobrenatural? Después de un momento de vacilación —muy comprensible, porque somos personas humanas— respondamos enseguida y decididamente: “¿Lo quieres, Señor?... ¡Yo también lo quiero!” (San Josemaría, Camino, n. 762)
(Carta del Prelado del Opus Dei: Javier Echevarría, abril 2009)